domingo, 5 de abril de 2009

Juan Domingo y el mar

A mediados de su primer presidencia, allá por el año 1949, el General Juan Domingo Perón tomó una decisión acertada – tal vez la única o tal vez una de tantas. Lo importante es que fue esta una de las pocas que no recibió cuestionamiento alguno.
Es sabido que el General realizó parte de su entrenamiento militar en la Italia de Mussolini (de allí algunas de sus políticas de corte nacionalista). Lo que no todos saben es que en Italia donde Perón entendió lo que un país necesitaba para ser desarrollado.


El 23 de octubre, como cierre de la celebración de la semana de la lealtad, nuestro presidente firmó el decreto por el cual importaba parte del Océano Atlántico y lo convertía en Mar Argentino.
Los más ancianos y memoriosos recordarán la fisonomía de nuestro país antes de este grandioso día: un país sin costas, sin playas, sin mar; un país que carecía de desarrollo turístico, de puerto, de exportaciones. Lógicamente, la operación fue un éxito y el general la anunció triunfalmente desde su célebre balcón.


De cualquier modo, se decidió que no se volvería a tocar el tema: la gente actuaría como si nada especial hubiera sucedido el domingo 23 de octubre de 1949. Los libros de historia serían modificados para afirmar que Argentina contaba con una salida al mar desde la separación de la Pangea. Todas estas cuestiones figuraban en el segundo inciso del decreto, bajo pena de muerte para que aquellos que hablaran – nadie fue ejecutado, debido a la gran popularidad de la idea.


Es que, seamos sinceros, ¿quién podría oponerse a tener un mar – una vasta masa uniforme de agua que todo lo puede? El mar avanza y no se detiene. Retrocede sólo cuando así lo desea. Tapa aquello que le desagrada, borra lo que no quiere ver. Ni siquiera las grandes rocas y montañas pueden hacerle frente. El mar iguala: nos moja y cubre a todos. Nos impregna con su sal, nos llena de alegrías o escucha nuestros llantos.


El 23 de octubre, Perón quiso que todos fuéramos iguales. La historia no se lo permitió, sabe Dios, pero lo ha intentado.

1 comentario:

  1. Este me gustó más q los otros!

    Fe de erratas: en el primer párrafo, en la última oración te faltó una palabra:
    "Lo que no todos saben es que en Italia FUE donde Perón entendió lo que un país necesitaba para ser desarrollado"

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