Podrían haber hecho una de esas
demoliciones programadas; de esas que se ven en la tele, ¿no? Usted ve el
noticiero y dice que en algún lugar del mundo demolieron tal edificio enorme. Y
las imágenes lo corroboran: una pequeña explosión, humo, tierra y
desmoronamiento. Probablemente ahí acaba la imagen televisiva, para repetirse
dos o tres veces. De todos modos, no necesitamos ver las imágenes subsiguientes,
esas que no nos muestran. Nos mostrarían, justamente, que no ha quedado nada
allí donde estaba el enorme edificio. Cuando se asienta la nube de polvo y el
humo se disipa, lo que queda del edificio son escombros que serán luego removidos
con alguna máquina diseñada para tal fin.
Podrían haber hecho una de esas
demoliciones programadas. Una implosión y un poco de limpieza. Y a otra cosa
mariposa (sisi, a otra cosa mariposa… fuerte, pero no nos desviemos). Podrían
haber arreglado todo de una forma tan sencilla y decorosa. Solamente se necesitaba
un poco de planificación, unos ingenieros civiles, acaso algún arquitecto, un
cordón de seguridad por si las moscas (aparentemente más de una de esas frases
hechas de antaño invocan a los insectos).
No digo que una demolición
programada sea algo sencillo (decir moco de pavo me parecería abusar del
recurso). No, no es fácil e incluye un despliegue importante. Pero creo que los
resultados podrían haber sido considerablemente mejores. ¿Sabe qué? El
noticiero nos muestra la destrucción que sigue a la pequeña explosión. El
derrumbe, el humo, el polvo. Vemos eso y no más. Pero, ¿para qué se hace una
demolición? Se hace porque el edificio en cuestión probablemente no cumpla con
las funciones para las que alguien lo quiere o quiso. Pero, insisto, lo que no
vemos es que en realidad alguien quiere el espacio donde estaba ese edificio
para nuevas funciones. Se demuele el edificio porque alguien ha de construir
algo en ese mismo terreno.
Entonces, insisto, podrían haber
hecho una demolición programada. Después limpiábamos y, con un poco de suerte,
en algún momento comenzábamos la construcción de algo nuevo. Ahora, en vez de
eso, empezaron a desmontar por partes. Sacaron unas chapas primero. Rompieron
un par de paredes, se llevaron algunas vigas. Movieron un par de placas de hormigón.
Sacaron algunos caños. ¿Qué ha quedado? Ha quedado algo que parece un edificio,
pero que no lo es. Ha quedado un caparazón. Ha quedado la carcasa de un
edificio. Ha quedado un lugar que ya no es habitable y en el que no se puede
construir. Uno de esos lugares que han sido condenados a la suspensión en el
tiempo. Un lugar que observará el progreso y el avance alrededor y seguirá, de
pie, muerto.
siempre un placer leerlo. gracias!
ResponderEliminar